A ZAPATERO NO LE INTERESA LA ECONOMÍA. ÉL LA TIENE RESUELTA

COSAS DE ECONOMÍA QUE NO SABE ZAPATERO, NI LE INTERESA

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PSOE
¿100 AÑOS DE HONRADEZ?
¡Ni 100 minutos seguidos!
© Arturo Álvarez Martínez – 2008

PSOE
¿100 AÑOS DE HONESTIDAD?
¡Ni 100 minutos seguidos!
© Arturo Álvarez Martínez – 2008

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Herbert dijo el día 14 de Febrero de 2010 a las 19:24:21:

HispAmr:

No es tan sencillo. El concepto de "apalancamiento" es más complejo que el de "endeudamiento". Uno se puede endeudar para comprar un coche o una casa, pero no por ello se está apalancando necesariamente.

El apalancamiento implica que estamos tomando dinero prestado para realizar una inversión, ya que prevemos que esta inversión va a ofrecernos un rendimiento superior al que debemos pagar por tomar el dinero prestado.

Se trata de un procedimiento financiero para obtener rendimientos mayores, sin incrementar el capital invertido.

Ejemplo: Tenemos un negocio que nos está dando un rendimiento de un 30 % anual, sobre un capital invertido de 1 millón.

Si tenemos la posibilidad de rentabilizar del mismo modo otro millón, podemos pedirlo prestado. Supongamos que lo pedimos, y que el interés que tenemos que pagar por ese millón prestado es del 10 % anual.

En este caso, obtendremos el 30% sobre nuestro capital, más el 20 % sobre el millón que pedimos prestado (30% que da nuestro negocio, menos el 10% que tenemos que pagar por el préstamo).

Entonces, la rentabilidad sobre nuestro capital habrá aumentado desde el 30% original hasta el 50% (30% sobre nuestro capital, mas el 20% sobre el préstamo invertido en nuestro negocio).

Ese efecto de multiplicación de los beneficios es lo que se llama apalancamiento, y tomar ese tipo de posiciones a crédito es lo que se llama apalancar.

Nótese, sin embargo, que las situaciones de apalancamiento elevado son MUY peligrosas cuando los rendimientos caen por debajo del tipo de interés que nos obligamos a pagar ya que, del mismo modo que multiplican los beneficios, también multiplican las pérdidas, lo que puede llevar el negocio a la quiebra en muy poco tiempo, a veces sin dar tiempo a reaccionar.